Panorámica del Bajo Andarax desde uno de los miradores de Gádor
El Bajo Andarax carece actualmente de posicionamiento como destino turístico. El contexto en que si inscribe es la oferta vacacional de la Costa de Almería, cuya contenido está en proceso de maduración y, por ahora, depende de manera extrema del segmento de Sol y Playa. Y lo más complicado: identificado mayoritariamente con el low cost. Y es que los años del Boom inmobiliario ralentizaron el desarrollo de ofertas complementarias necesaria para el desarrollo de una alternativa consolidada de turismo, en aras de lo que en aquellos años se llamó el “turismo residencial”.
¿Cómo crear en este contexto una marca turística con un posicionamiento diferenciado y fuertes atractivos para el visitante?
Esta casi todo por hacer. Pero con una ventaja: lo que se ha hecho hasta ahora ha ido por el buen camino. El Plan Turístico puso las bases para que la comarca cuente con una red de Centros de Interpretación que apoyen a las personas y empresas que en el futuro inmediato apuesten por trabajar la oferta turística en el Territorio. Nuestros recursos turísticos nos permiten forjar productos con unas características realmente únicas. Tenemos Los Millares, un referente fundamental de la prehistoria en la Península Ibérica. Contamos con una concentración insólita de sitios arqueológicos que permiten descubrir la historia del Mediterráneo Español en apenas unas decenas de kilómetros. Tenemos un fértil valle, referente histórico en el uso del agua, y donde el 80 % de las explotaciones han apostado por el cultivo ecológico de una naranja que es ampliamente reconocida por su calidad. Somos además la puerta del Desierto de Tabernas, un patrimonio natural único, geológica y paisajísticamente hablando.
Y además somos muy accesibles. Para cualquier visitante de cualquier punto de la Costa de Almería, una visita al Bajo Andarax tiene allanado el camino a través de la Autovía del Mediterráneo.
Contamos los recursos para conseguir que el Bajo Andarax se convierta en el referente de la oferta complementaria que la Costa de Almería está necesitando para consolidar su identidad turística más allá del actual “Sol y Playa Low Cost”. La salida de la crisis, que más tarde o más temprano llegará, tiene que encontrarnos preparados para capitalizar las oportunidades que la obligada apuesta por el turismo de calidad nos va a traer. Para ello hemos de desarrollar productos bien articulados, organizar su distribución, y apoyar y organizar a las empresas y profesionales que han de comercializarlos. Y además hemos de convertir la promoción de esa oferta en una tarea permanente que ha de ser liderada por las organizaciones comarcales ya existentes.
El Proyecto CALMARR puede ser un importante impulso para creación de la Marca turística Bajo Andarax y la articulación de sus contenidos, pero en los agentes comarcales debe quedar preparados para tomar el relevo.
Domingo leiva
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